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sábado, 26 de abril de 2014

Jean Nicolas Arthur Rimbaud


Cuando (re)leo la vida de Rimbaud y reflexiono sobre ella me doy cuenta de que si hubiera crecido en mi generación probablemente me hubiera caído mal.
Como estudiante era descrito como ese tipo de persona que tenía todo perfecto, creo que a primera vista daba la impresión(quizás no equivocada)de arrogante, y solía ser desagradable con la gente.
Y si hubiera vivido yo en su época, o bien no sabría de mi existencia, o bien me despreciaría.
Sin embargo, cuando le leo le siento tan cercano y parecido a mí que hay versos que podría recitar sin cambiar un ápice y decir que hablan de mí, y no estaría mintiendo.
Cuando le leo siento, siento verdaderamente, y entiendo el mundo.
Cuando le leo es como recibir un abrazo, como un golpe que te deja sin respiración, como estar en lo alto de una montaña en completo silencio, como el beso de un amante, como esos momentos en los que sientes que realmente estás viviendo e importa.

Y cada estupidez que realizó de adolescente, cada mala acción, cada defecto, hace que le vea como alguien más humano y real, y por tanto, hace que mi admiración, mi emoción hacia él crezca.

miércoles, 17 de julio de 2013

Silencio

Decides no dormir. No deberías. Deberías meterte en tu mullida cama, soñar y dejar de oír. Oír las campanas tañendo melancólica y lentamente. Oír ese objeto pesado que cae desde los aires, rompiendo el silencio, marcando un ritmo. "Pom, pom, pom."



No deberías permanecer aquí, intentando expresar tus, los fantasmas, por medio de palabras, mientras sigue sonando, "pom, pom, pom."
Mañana alegarás tener insomnio, uno que acabarás provocándote tras horas de tecleo y el sonido de esa especie de campanas. "Pom, pom,pom."



Ya es tarde, tu tecleo ha cortado tu escape de ese sonido, consonantes y vocales abriendo aun mas tus ojos, tildes y comas manteniéndolos abiertos cual alfileres, los puntos marcando el ritmo, "pom, pom, pom."
Tu respiración, ahora ruidosa,hace unísono con el sonido al inspirar, y subdivide en dos el pulso al expirar.
La náusea trepa por tu garganta y se queda ahí, escondida.
Empieza el desasosiego.
Sientes pinchazos en todo el cuerpo. Breves, ligeros, como el toque de la naricilla puntiaguda de algún hada. Una naricilla venenosa. Te da la sensación de que se expande, te ahoga. Te empieza a doler el estómago. Respiras aire, niebla, veneno.



El "pom, pom, pom" ha parado. Solo se oye un eco, una sombra.
Te duele la cabeza, te duelen los ojos. Te estremeces. Estás en tensión, esperando.



Esperando al "pom, pom, pom". Al real. No al recuerdo, que va extinguiéndose hasta ser un eco. Necesitas que pare el silencio. No lo necesitabas antes, con el sol brillando en el cielo. Antes temías escucharlo. Temías escuchar ese ritmo que rige tu vida, porque no te hace falta. Puedes manejarte sin ese "pom, pom,pom".
Pero no puedes hacerlo con la luna en el cielo. No puedes después de aceptar estar despierta, en vez de dormir y olvidar la ausencia de ese "pom, pom, pom".



Lo necesitas. Necesitas que pare el silencio. Porque el silencio es bueno cuando es llenado por risas, bromas, conversaciones. El silencio es bueno cuando no lo escuchas. Es bueno cuando tienes tantas cosas bonitas, tantos recuerdos en la cabeza que no puedes oír esa nada sepulcral.



Pero hay veces que el silencio lo cubre todo. Hay veces que ningún grito, ningún libro, ningún tecleo, ningún abrazo, puede vencerle. Hay veces que hasta las conversaciones, las risas, se convierten en ecos que sientes como algo lejano.
Es entonces cuando el silencio te aplasta, te domina, te hiere. Es entonces cuando el silencio deja paso a todos esos pensamientos que las conversaciones, los libros, las bromas repelían. Y estos se expanden por tu mente, no dejando sitio para nada más.



Otras veces, el silencio ni siquiera necesita ayuda de tus desvaríos. Solo te aplasta, te ordena.



Y tú no quieres obedecerle. Es por eso que necesitas que suene, ya, ahora, ese "pom,pom, pom". Pero no lo hace. Sigue siendo un recuerdo. Te concentras en todos los débiles sonidos que escuchas. Buscas cualquier ritmo y lo imitas. Pero no es tu ritmo, y al final acabas yendo a destiempo.



Te concentras en los movimientos, las sensaciones. Lo que sea menos el silencio. Todo te pica, todo te duele, y no puedes respirar, o eso sientes.
Las lágrimas se apoyan en las puertas cerradas de tus ojos secos. Las sientes cercanas, mas no las sientes salir. Intentas tranquilizarte. Todo es niebla, niebla que te hace ver las cosas ralentizadas, cuando en verdad van jodidamente rápido.
No parece que haya cambiado nada durante esta hora. Estás en la misma silla, apoyando los codos en la misma mesa, tecleando en el mismo teclado y con el buscador en la misma página. Sentada con la misma postura, tus piernas cruzadas de la misma manera, un mechón de pelo tapando un poco tu ojo, como antes. Pero, sin embargo, muchas cosas han cambiado. Antes estabas tranquila,bien, feliz, cansada. Ahora, tu cabeza duele, respiras veneno, todo te duele, todo te pica, tus ojos quieren expulsar lágrimas sin conseguirlo, y no tienes absolutamente nada de sueño.



Te aferras a cada sonido que oyes. Te aferras a cada palabra que escribes. Lo que sea, menos el silencio. Porque lo sientes muy cerca, susurrando, presionando. Y quieres, debes expulsarlo. Pero el “pom,pom, pom”,no viene, y nunca vendrá. Y pronto, lo sabes, pronto el silencio ganará a todos tus intentos de expulsarlo. O bien por un nuevo cañonazo, la última espiración que precede a la muerte, un problema destruyendo el castillo de ruidos que has tratado de construir; o bien por simple gravedad, tu castillo cediendo por sí solo y por el viento que susurra el silencio, la casa de pajas derrumbada a soplidos.



Y te da miedo, tanto miedo...Intentas ahogar a ese maldito silencio a base de música ensordecedora, cabezonería y esperanza. Pero la esperanza se va con el Sol. La esperanza se esconde por las noches mientras duermes.



Es por eso que deberías haberte ido a la cama, pero el daño ya está hecho. Y seguirás haciéndolo, seguirás quedándote en vela esperándolo oír, ese “pom,pom, pom”.
Seguirás haciéndolo porque aunque pasas miedo, aunque el desasosiego te inunda en estos momentos, necesitas saberlo. Necesitas enfrentarte al hecho de que la nada, el silencio, se aproxima. Necesitas hacerlo aunque eso devore poco a poco tu esperanza. Porque no puedes dejar que el silencio te pille desprevenida, dormida. Cuando venga, tú le verás llegar y le saludarás con un cabeceo antes de que tome control de ti. No puedes soportar imaginarte tener todo y de repente nada, música ensordecedora y de repente, silencio. Por eso le esperas, para poder darte cuenta de como el volúmen va bajando gradualmente. Por eso alimentas el miedo a la vez que la esperanza. Intentas hacerte a la idea, sin éxito, para que no duela tanto.



Aunque no vaya a funcionar.



Y ahora te despedirás con una frase y un punto, que te sabrán a poco y no te parecerán los idóneos. Finalizarás con algo que no sientes como un final.



Y después te levantarás de la silla y recorrerás la casa en busca de algo con lo que llenar tu cabeza. Un sonido que escuchar, una palabra que pronunciar, una historia que imaginar. Y puede que tus lágrimas acaben cruzando esas puertas por ahora cerradas, o puede que no. Y puede que cantes, bailes, o intentes buscar frenéticamente un ritmo que seguir.



Lo que sea, lo que sea menos el silencio




viernes, 3 de mayo de 2013

Érase una vez...

Érase una vez un bebé sonrosado,
una madre que sonríe y cae dormida,
un padre que aprieta su mano
y cuyos ojos rebosan vida
y una abuela entrando en tropel
para ver a la recién nacida.

Érase una vez dos hermanas saltando en la cama,
un padre poniéndole voces a marionetas,
y una madre achuchándolas como si no hubiese mañana.

Érase una vez una niña jugando a los superhéroes,
adelantando a su abuelo, que va "demasiado lento",
y un grupo de niños de todas las edades
jugando y sudando juntos, felices, simples.

Érase una vez paseos por el recreo tatareando,
con ojos cerrados a un mundo mejor escapando,
lágrimas que salen al fin al volver a casa.

Érase una vez la comprensión del problema,
la enfermedad del abuelo, al fin descubierta,
y una niña deseando acabar el colegio,
ojos desconfiados, mudez casi absoluta.

Érase una vez inseguridad y timidez,
un nuevo comienzo que parece perfecto,
nuevos amigos, felicidad, sonrisas, todo bien.

Érase una vez un golpe con la realidad,
de nuevo encontrar con que nada es perfecto,
dificultades, errores, inseguridad.

Érase una vez ralladas de cabeza,
autocrítica, mundos no solo felices sino también tenebrosos.
Dos casas en vez de una,
algo que siempre habias creido intacto, roto.
Y miedo,miedo, mucho miedo.

Érase una vez superación,
pequeñas sonrisas y carcajadas,
seguridad, pocos problemas.
Tranquilo, constante.

Érase una vez un gran problema destapado,
lágrimas, impotencia, dolor, odio.
Odio a ti misma y a todo.
El dolor, una via para soportar todo.
´
Érase una vez intentos que dan buenos resultados.
Todo mejora, todo cambia.
Menos yo.
Sigue ahi, el dolor, la duda, siguen ahi.
Y deberían irse. Deberían irse porque todo el mundo está cambiando, y yo no avanzo.
Todos lo están intentando, y yo me rindo y no puedo evitarlo.
Todos lo están intentando y asi no les estoy ayudando. Parece que no tengo fe, me estoy rindiendo, desconfiada, cinica.

Érase una vez un camino que no sé como tomar.

Érase una vez pasos que no doy, aunque quiero darlos.

Érase una vez confusión total. Lágrimas inútiles que deberían desaparecer.El pasado sigue, no avanzo, no avanzo.

Érase una vez pensamientos imperdonables. Un poema que no aclara nada a nadie. Inutilidad, desosiego, extraño.


Villanos

Hoy voy a hablar de los villanos, esos grandes incomprendidos.
Mi idea original era hacer un video exponiendo mis... teorías, pero he decidido pasar. Ya puestos a soltar chorradas, prefiero hacerlo aqui que mi identidad es desconocida.

Primero vamos a dejar las cosas claras, los villanos, en la mayoria de los casos, molan más. Se lo curran más, su vestimenta (en el caso de los superhéroes y eso) es más chula, y casi todos tienen un pasado interesante y trágico que les hace ser como son. Los villanos son los defectos, son el lado oscuro de la humanidad amplificado, mientras que los héroes son siempre el lado bueno, la ley, la moral. Los villanos se parecen mucho más a nosotros que esos héroes que protegen el mundo.

La mayoria de las personas está siempre del lado de los héroes, pero debo decir que yo no. Yo estoy en contra de los villanos reales, los que están fuera de las películas. Pero los villanos ficticios... son personajes fundamentales de la historia, son aquellos que nos dan miedo y a veces también nos hacen gracia. Son cambiantes y producen diferentes cosas en nosotros, no como la simple y constante aceptación que sentimos hacia el héroe. A mí, he de decirlo, me enamoran, pero comprendo que a otra gente no le pase eso.

Dejando de lado la parte seria, voy a exponer algunas razones por las cuales los villanos pierden. Porque, no lo neguéis, hay partes en las que parece que van a lograrlo, pero entonces el héroe recupera fuerzas y lo derrota. Pero no podría hacerlo si el villano no hubiera cometido un terrible fallo.

El fallo principal de estos seres, es el discurso. Ese discurso que sueltan en el momento en el que creen que han ganado, cuando tienen al héroe malherido a sus pies. Ese discurso que provoca que el héroe empiece a pensar en sus seres queridos o algo parecido y recupere fuerzas. Estoy harta de eso.
Señores villanos, por mucho que parezca que tienen todo controlado, ahórrense los discursos. Porque en vez de humillar a los héroes, como intentáis, hacéis posible que recuperen fuerzas por rabia o similares. Y NO, en serio, no hagáis lo tipico de, no sé, soltarle para que "muera dignamente." (Voldemort, va por ti y por tu cagada en el cuarto libro) Sois asesinos. No tenéis escrúpulos. Este personaje ha estado tocandoos los huevos y jodiéndoos los planes, ¡dejadles morir indignamente! Aprovechad el momento y no os confiéis.En serio, quiero que ganéis, hacedme caso.

Vale, creo que mi locura ha alcanzado limites insospechados ahora que estoy hablando con villanos invisibles. Como sea, ¿tengo razon o no? Los discursos joden las victoras.Siempre.


lunes, 12 de diciembre de 2011

domingo, 11 de diciembre de 2011

reseña cronicas de la torre

Pongo esto porque, bueno, tengo morriña y así recuerdo mis orígenes literarios.
Esta saga fue de las primeras que leí, (sin contar la saga de harry potter, pero esa ya la conoce todo el mudo.. Sí, lo sé, estoy aclarando esto a mis inexistentes seguidores, ¿triste verdad?) así que tenía que escribir reseña fijo.

La llamaron Dana y creció junto a sus hermanos y hermanas, como una más. Nunca la trataron de forma especial y, sin embargo, todos podían ver que era diferente. Sigilosa como un gato, apenas hablaba. Su vida cambió para siempre el día en que el Maestro la llevó con el a la torre, en Pleno valle de los lobos. Allé le serán desvelados los secretos de la magia mas ancestral.

Si tuviera que definir esta saga con dos palabras sería emocionante y tierna. La narración de la saga va intercalando primera y tercera persona. Te metes en los personajes, y, (como en casi toda saga que se precie) te enamoras de casi todos. Es un libro que sigo volviéndome a leer a veces, porque, la verdad, no es lo que se dice muy infantil. (no hay gente haciendo el amor pero tampoco es algo que solo te guste de pequeña) Además, es el tipo de libro que gusta aunque no seas muy dado a los libros de fantasía. Magia, traición, venganza y amor más alla de la muerte,¿Qué más se puede pedir?
Yo quiero volar
y volar, solo volar
con Peter Pan.
Quiero ser Wendy
y volar solo volar
con Peter Pan.
Sin ninguna preocupación, no,
solo volar, surcar el cielo,
y sentir el viento intentar tumbarme,
pero no podrá,no.
Porque al fin seré libre,
y nádie podrá hacer nada,
al fin seré fuerte,
seré valiente,
seré libre,
solo libre.
Totalmente libre,
solo libre,
nadie me controla,
nadie me hace daño,
nadie..
Libre.
Soy un arbol,
cuya corteza han arrancado,
pero no me rindo, no.
Me la arranco del todo,
quedando pura, blanca, e indefensa
pero sin miedo.
Porque una capa nueva crecerá,
cada vez que alguien una me quite,
porque ya no me podéis dañar,no,
porque soy fuerte, y lo afrontaré,
podré con todo y saldré impune,
y vosotros agotados de tanto intentarlo.
No hay brecha,
soy fuerte,
y puedo con todo,
no me hará daño la gente.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Poema que mi mente loca no para de pensar

Quisiera poder volar,
lo quise desde pequeña,
poder creer en la magia,
poder tocar una estrella.
Soñar, soñar y soñar,
con los ojos muy abiertos,
con aventuras y risas,
en castillos y desiertos.
Solía pensar entonces,
que no quería crecer,
y que antes de que eso pasara,
Peter me vendría a recoger.
Pero me decepcioné,
pues nadie vino a buscarme,
y por no querer crecer,
acabe haciéndolo más rápido.
Ahora añoro mi infancia,
la añoro más y más,
añoro años de sonrisas,
que un día yo dejé atrás.
Pero cuanto más yo sufra,
más abriré la ventana,
para que Peter venga,
y me levante volando de mi cama.  

Me llamaréis innfantil
y puede que sea verdad,
pero mi secreta esperanza,
no la perderé jamás.
Y quizá, algún día,
venga Peter Pan
con su gorrito verde,
y al fin me libere.
Al fin me libere,
de las palabras hirientes,
de susurros cuchicheados,
entre risas cruelmente.
Volaré a su lado,
sintiéndome al fin fuerte,
porque nada puede dañarme,
el viento no puede tumbarme,
y mi corazón encerrado,
ha conseguido escapar.
Solo volando,
luego volviendo,
siempre sabiendo,
que tengo un escondite
al que ir cuando me dañen,
y de nuevo renovarme,
para ser libre otra vez.
Soy una gota de agua,
puedes atravesarme,
pero seguiré siendo yo.
Transparente,
diferente,
yo.